Lo que hay después de la muerte
De manera natural, el ser humano teme a la muerte, pero al mismo tiempo resulta un tema atractivo e interesante, que se ha analizado, estudiado y expuesto durante milenios.
Generalmente es en la etapa de la vejez, cuando trata de comprender desde su discernimiento a la comprensión de la misma. Sin embargo, si se inculcara o se tratara de pensar en este fenómeno desde la niñez, obtendríamos un rico conocimiento filosófico y espiritual, que nos prepararía para este momento.
El alma, la conciencia o el ser interno nunca nace, nunca muere. Es una entidad eterna, inmutable e inagotable. No muere cuando el cuerpo muere. No nace, ni puede morir.
Esta reflexión puede sonar un poco extraña, pero recordemos, si es que somos creyentes, que estamos hechos de la misma materia de Dios. Somos pequeñas partículas del Creador, quien nunca fue creado y siempre ha existido.
Pero este tipo de filosofía o pensamiento solo podrá hacer efecto en el momento en que dejemos de temer a la muerte, comprendiendo lo que es realmente este viaje de nuestra alma, aceptándolo como parte natural de la vida y disipando los enigmáticos tabúes que existen en casi todas las culturas sociales.
¿Qué es la muerte?
El misterioso fenómeno no es otra cosa mas que el desprendimiento del ser interno de su cuerpo físico.
Cuando ingresó el alma en el cuerpo de un individuo, un bebé, se le llama nacimiento, cuando el alma se marcha del cuerpo se le llama muerte. El cuerpo muere cuando el alma se ausenta.
La muerte es un portal que se apertura ocasionalmente entre un aspecto de la vida y otro. Es la culminación de la actividad física, orgánica o corporal, así también de la conciencia física. La acción de morir es una transición de una dimensión a otra. Es un cambio del plano del material o terrenal, al plano espiritual.
La transmutación
La muerte no es una enemiga, no termina con tu alma sino todo lo contrario, te encamina hacia una nueva forma mas elevada. La muerte es solo el puente a una vida mas plena.
La vida y la muerte no están peleadas, sin una la otra no existe. La vida lucha para lograr conquistar lo Universal. La vida, fluye hasta fundirse con El Eterno.
La muerte no es el último rostro de la vida, sino solamente un aspecto de ésta. Es un fenómeno natural en el río de la vida, necesario por cierto, para nuestra evolución.
Ante la muerte, el fruto perece, pero la semilla está llena de vida. La semilla nunca muere, y un gran árbol crece a partir de ella.
El simbolismo
Pero volviendo al inicio, es característico de cualquier ser vivo temer a la muerte, es un instinto natural. Se requiere un alto grado de discernimiento y un poco de sabiduría para no temer a la muerte, la cual por cierto no es aquel ser mitológico representado por una parca que porta una guadaña y que va cortando el hilo de la vida con ésta. Sino, mas bien, imagino que la muerte es como un ángel, enviado de Dios, un emisario que te lleva cargando hacia una nueva dimensión mucho mas plena y feliz.
Sócrates y la muerte
Sócrates, el filósofo griego que vivió 400 años A.C. fue condenado a muerte por sus ideales y filosofías incómodas. Estando su celda, esperando el día de su ejecución él solicitaba que le llevaran libros para enriquecer y aumentar su conocimiento. Alguien cercano le preguntó si tenía miedo a la muerte, a lo que Sócrates respondió: “No temo a la muerte, porque no la conozco, al contrario me causa emoción porque aún en mi muerte voy a conocer algo mas”.
Bien amigos y buscadores de la verdad, realmente agradezco el tiempo que han dedicado en leer esta publicación, la cual espero compartan en sus redes sociales, para que otros buscadores de la verdad la encuentren.
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Les deseo mucha luz y que en verdad sean libres.
Gracias y hasta la próxima.