arte musulmán

Te presentamos los cánones del islam que rigen la existencia musulmana

El islam, al igual que las otras dos religiones abrahámicas (judaísmo y cristianismo), se rigen en distintos cánones sagrados para poder considerar “fiel” a dicha religión. En caso que se llegue a violar alguna de estos cánones, el individuo en cuestión será considerado impuro.

Actualmente existen cientos de expertos en teología del islam, que tratan de interpretar y discernir entre lo sagrado y lo interpretable de la ley islámica, ya que existen muchos “huecos” en sus textos sagrados conforme a la aplicación de la ley divina.

A pesar de lo anterior, en el islam existen ciertos puntos finos que actúan con unanimidad y que resultan básicos para aplicar las 5 reglas sagradas de esta fe.

¿Cómo surgió el islam?

No es ningún secreto saber que el islame fue la última religión que se reveló desde los cielos al último gran profeta, Muhammad. Esta religión abrahámica se fundó cerca del año 622 en Arabia Saudita, en la ciudad de la Meca para ser exactos.

La aceptación de Alá como único dios y a Muhammad como su último profeta es la primera premisa que pregona la religión del islam y que cualquier individuo que se diga musulmán debe reconocer al momento de estudiarlo. Aunado a lo anterior, podemos decir que el Corán es el libro sagrado y dogmático en el que se basa.

practicas extrañas del islam

Por otra parte, el resto de los profetas cristianos y judíos (como el mismo Jesús), son igualmente reconocidos, así como en la Biblia, la Torá y el Nuevo Testamento.

Las 5 bases incondicionales del islam

Así como el judaísmo y el cristianismo tienen sus 10 mandamientos, en el islam se dictaron únicamente 5 bases fundamentales para seguir, las cuales son las siguientes:

  1. El Salat (La oración). En los textos sagrados del islam, se recalca mucho en este punto, asegurando que “cualquiera que se prive del salat, será privado del paraíso”. En los inicios del islam, el rezo se debía hacer hasta 30 veces al día. Alá, según cuentan los teólogos de esta religión, redujo hasta 5 veces el número de oraciones al día para complacer a sus fieles.

Las cinco oraciones diarias son basadas en el horario solar, que va cambiando durante el año. La primera oración debe hacerse justo con la salida del sol, la segunda al mediodía, la tercera a media tarde, la cuarta en el crepúsculo y la quinta en la noche y siempre debe hacerse con orientación hacia la ciudad de La Meca.

  1. El Sawm (El ayuno). Este puede ser el segundo pilar más importante, pues necesita una gran práctica de sacrificio que juzgará la devoción de los fieles musulmanes. El mes llamado Ramadán, recoge este mandamiento, el cual consiste en ayunar, absteniéndose de agua y comida durante todo el día desde el amanecer hasta el anochecer durante un mes completo.
  1. El Hajj (La peregrinación). Existen una tercia de lugares considerados sagrados para los seguidores del islam: La Meca y Medina en primer lugar, pues se trata de la roca que levantó el mismo Adán como santuario sagrado, en segundo lugar la Kabba, lugar de nacimiento del islam y por último se encuentra Jerusalén (Al-Quds), lugar donde se encuentra la mezquita de cúpula dorada, ya que desde ahí el profeta Muhammed ascendió al cielo.
  1. La Shahada (El testimonio). Trata sobre la aceptación y reconocimiento de la existencia de Alá como único dios, negando la práctica del politeísmo, e igualmente reconociendo que Muhammed es el último profeta y al que hay que creer.
  1. El Zakat (La limosna). Práctica en la cual, el musulmán reconoce como un impuesto sobre sus bienes privados. Se trata de un mínimo porcentaje sobre el dinero que se posee, auto u otro tipo de propiedad. Teóricamente, se debe dar el 3% del total de todos los bienes del fiel musulmán, pero también se da cierta libertad moral para que cada musulmán aporte más de lo estipulado.

Consideraciones especiales

Existen ciertas excepciones al cumplimiento de las 5 reglas sagradas del islam. Por ejemplo, en el punto sobre dar limosna, quedan exentos de cumplirla aquellas personas que se encuentren en situaciones de pobreza y que dar limosna afectara a sus gastos de vida.

Con respecto al ayuno y la peregrinación sucede algo similar que en el punto anterior. Si un individuo sufre de algún tipo de enfermedad patológica o limitación física, también se le puede exentar llevar a cabo el ejercicio del ayuno. El peregrinaje puede también exentarse si el musulmán en cuestión no cuenta con los recursos económicos para hacerlo.

Por último en el punto 1, el de la oración, no hay excusas para evitar su práctica, ya que aunque una persona tenga movilidad reducida o algún otro tipo de impedimento físico, las escrituras sagradas del Corán exhortan a rezar de la manera más cómoda posible para el enfermo.

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Les deseo mucha luz y que en verdad, sean libres.

Gracias y hasta la próxima.