persona tóxica

3 características para que descubras si eres una persona tóxica

Llamados comúnmente como ‘vampiros energéticos’ o ‘personas tóxicas’, entre otros apelativos poco agradables. Particularmente se trata de personas que tienen una personalidad tensa, apegada al conflicto y gustosos del caos emocional. Pero una vez que logramos identificar a este tipo de personajes ciertamente malévolos, que además de todo están cerca de nosotros en nuestras actividades diarias, es fundamental establecer límites, todo con el objetivo de evitar que su veneno tóxico nos invada.

Sin embargo, antes de cualquier cosa detengámonos a pensar por un instante y cuestionarnos a nosotros mismos, ¿que sucedería si la persona tóxica que tanto daño hace fuera uno mismo?.

En redes sociales circula una gran cantidad de publicaciones en donde millones de personas promueven la amistad, el amor, la paz y el bienestar. Sin embargo, y de manera mucho más frecuente de lo esperado, la mayoría de personas que suelen compartir ese tipo de publicaciones resultan tener conductas hipócritas y falsas, para desencadenar malestares en segundas o terceras personas.

Por asombroso que parezca, la experiencia muestra que este tipo de individuos no suelen darse cuenta de su personalidad tóxica y destructiva. Esto sucede debido al efecto Dunning-Kruger, en donde existe una ligera superposición entre lo que otras personas piensan acerca de nosotros y lo que creemos que piensan, principalmente en torno a los siguientes tres aspectos, que constituyen una especie de tríada infalible de la toxicidad.

como identificar a personas tóxicas
¿Eres una persona tóxica?

Frialdad y prepotencia

El cerebro del ser humano está estructurado de tal manera que se encuentra constantemente evaluando el entorno en búsqueda de alguna situación de riesgo. Solemos cuestionarnos si alguien que acabamos de conocer podría provocarnos problemas, si tiene posibilidades (por sus rasgos físicos o conductuales) de hacernos daño, etc.; y solemos responder a esa pregunta basándonos en sus acciones: si es empático, atento, sincero, amigable, con buenas intenciones…

Heidi Grant, psicóloga de la Universidad de Yale alguna vez comentó:

Cuando eres cálido, la tendencia a decirle a las personas qué hacer se ve más como ‘una ayuda’. […] En otras palabras, cuando las personas creen que generalmente tienes buenas intenciones desde el corazón, se te brinda el beneficios de la duda y tus acciones se interpretan de manera generosa. Esto sólo sucede cuando eres cálido.

El problema es que la mayoría de las personas, en especial en el área profesional, considera que dar buenas impresiones a sus colegas se relaciona principalmente con la competencia. En su afán de demostrar sus habilidades y talentos, se vuelven negligentes para proyectar calidez. (De hecho, es peor que eso -algunas personas suprimen actuar con calidez con el fin de parecer más competentes-).

Es decir, este tipo de personas tóxicas:

  • Suelen gritar o hablarles con un tono inquisitivo a las personas con quienes se relacionan
  • Son incapaces de reconocer sus errores y culpan a otros
  • Critican negativamente a otros –resaltando sus errores–, especialmente frente a figuras de autoridad, para aparentar así una mayor competencia
  • Curiosamente, también se caracterizan por hacer comentarios peyorativos sobre esas mismas autoridades cuando éstas no están en el lugar
  • Y no permiten a otros desempeñar sus actividades, pues ponen trabas y no siguen los procesos o acuerdos establecidos.

Egoísmo

Ya sea que una persona decida ignorar sus responsabilidades y deje que otros las asuman, o se queje constantemente por la negligencia o límites de los otros, estos tipos de rasgos se asocian con alguien tóxico que “se queja demasiado”. Incluso cuando alguien se encuentre enfocado sólo en el trabajo, la persona tóxica siempre criticará su manera de ser, su estilo de trabajo, o intentará robarse el crédito del esfuerzo del otro.

Para Grant:

Honestamente, la mayoría de las personas egocéntricas ni siquiera se dan cuenta de que lo son, y algunos de ellos ni siquiera quieren serlo. (Excepto los narcisistas. Asumámoslo). Para estar seguros de no caer en esta particular categoría de la toxicidad, toma un tiempo para ponerte en los zapatos de tus colegas para realmente intentar comprender su perspectiva. Sé curioso y pregunta, para aprender más acerca de tus compañeros de trabajo que no conozcas realmente. Y sobre todo, muestra empatía. Muéstrales que los respetas y valoras lo suficiente como para tratar de ver a través de sus ojos. Usa frases como ‘Lamento que estés pasando por eso…’ y ‘Me imagino lo que debiste sentir…’.

La intransigencia del “sabelotodo”

En varias investigaciones se ha demostrado que los compañeros de trabajo que viven bajo el esquema de persona tóxica, suelen tener una confianza desmedida en sí mismos, considerándose superiores y con mayores capacidades que sus colegas. No obstante, y en realidad, no siempre dominan el conocimiento ni los métodos de otras áreas. Desgraciadamente, este tipo de personajes suelen maltratar a los otros, por su supuesta inferioridad.

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Gracias y hasta la próxima.