LA MUJER QUE FUE PAPA - El Verbo | Buscadores de la verdad

La mujer que fue papa

El papa es la máxima figura de la iglesia católica, el líder supremo que representa a Cristo en la tierra.

La iglesia católica afirma que el primer papa de la historia fue el apóstol Pedro, y luego le fueron siguiendo una enorme lista de personajes hasta la época contemporánea, con Juan Pablo II, Benedicto XVI y el mandatario actual, papa Francisco.

Algunos de los requisitos para ser elegido papa, es estar bautizado, ser mayor de 30 años y ser varón. Y por supuesto, pensar que una mujer fuera papa sería inconcebible, pero no siempre fue así.

Del año 855 al 858, se cree que el papa en turno Benedicto III era una persona del sexo femenino, es decir en lugar de papa, se trataba de una papisa.

¿Y cuál es la historia de aquella misteriosa mujer?

Nacida en el año 822 en Ingelheim am Rheim, Alemania, Juana, hija de un monje de nombre Gerbert que había llegado a este país para difundir el Evangelio entre los sajones.

Juana creció rodeada de un ambiente de religiosidad, mística, espiritualidad e inmensas bibliotecas.

A escondidas de su padre y con el apoyo de su madre, estudió griego y tuvo acceso a leer e interpretar la Biblia, cosa prohibida para las mujeres de aquella época. 

Con gran deseo de continuar estudiando, Juana se hizo pasar por hombre e ingresó a un monasterio, bajo el nombre masculino de Johannes Anglicus.

En su nuevo rol como varón, Juana pudo viajar a muchos monasterios y relacionarse con grandes personajes de la época.

Tuvo oportunidad de conocer Constantinopla, Atenas, Germania, y el reino franco.

En el año 848, Juana viajó a Roma y obtuvo un puesto de docente; siempre ocultando su verdadera identidad.

Llegando a la cúspide eclesiástica

A causa de su fama de erudición, Juana tuvo oportunidad de conocer al papa en turno León IV, quien la convirtió en su asistente de asuntos internacionales.

En julio de 855 murió el papa León IV y aprovechando la situación, Juana se hizo elegir su sucesora bajo el nuevo nombre de Benedicto III o Juan VIII.

Dos años después durante una procesión, la papisa Juana, estando embarazada en su último mes, comenzó a tener contracciones de parto, dando a luz en medio del público.

Lo que siguió fue una tragedia, Juana fue descubierta en su verdadera identidad femenina, muriendo lapidada por la muchedumbre enfurecida.

Conclusión

La historia de Juana, la mujer que fue papa, o mejor dicho papisa, no figura en la lista de papas de Roma, debido a que era una mujer que se disfrazó de hombre y se convirtió, por su carácter y sus talentos, en secretario de la curia, después en cardenal y finalmente en papa.

Después de ser lapidada en el lugar donde murió fue enterrada, y en el lugar se escribió: “Petre, Pater Patrum, Papisse Prodito Partum” (Pedro, padre de padres, propició el parto de la papisa).

A pesar de considerarse solamente una leyenda, la cual sin embargo, fue dada por cierta por la iglesia católica en el siglo XVI.

Lo cierto es que en toda la historia de la iglesia católica, nunca más ha vuelto a existir en el puesto de mando una fémina como pasó con la mujer que fue papa, la papisa Juana.

Una mujer que logró burlar y tomar el mando de todo un sistema eclesiástico diseñado para ser manejado por varones.

Bien amigos y buscadores de la verdad, realmente agradezco el tiempo que han dedicado en leer esta publicación, la cual les pido compartan en sus redes sociales, para que otros buscadores de la verdad, la encuentren.

Por cierto no olviden visitar el canal de YouTube de El Verbo, así como la nueva biblioteca digital, en donde podrán descargar excelentes libros gratis en PDF.

Les deseo mucha luz y que en verdad, sean libres.

Gracias y hasta la próxima.