El poder de las palabras en la política
El lenguaje tiene una influencia asombrosa en el pensamiento: otros pueden manipularnos sutilmente a través de las palabras, y nuestra lengua materna incluso afecta la forma en que vemos el mundo.
Barack Obama tuvo una debilidad que le costó la reelección: se apegaba a los hechos y las cifras, y también hablaba de ellas. “Pero eso no funciona”, dice George Lakoff. Le hubiera gustado ayudar a Obama y los demócratas en Estados Unidos. Porque “los republicanos son mucho mejores para transmitir sus ideas”, lamenta Lakoff. Su secreto del éxito: “Usar las metáforas con mucha habilidad”. Lakoff es lingüista y experto en metáforas, en imágenes del lenguaje. Está convencido: “Las metáforas pueden decidir las elecciones”.
El ejemplo de la reforma de salud
En su primera campaña electoral, Obama tuvo un gran éxito al justificar el seguro médico para todos al decir que es parte de la moral de los Estados Unidos cuidar unos de otros: el estado como una familia solidaria, una metáfora . “Pero tan pronto como asumió el cargo, se detuvo”, dice Lakoff. Los republicanos, en cambio, simplemente recurrieron al poder de las metáforas. Por ejemplo, los comités que deberían decidir quién recibe qué tratamiento los llamaron “comisiones de muerte”. La aprobación de la reforma cayó rápidamente.
El ejemplo muestra el poder que pueden tener las palabras. No solo tienen su efecto en las campañas electorales, sino que también influyen en cómo pensamos y actuamos, qué percibimos y recordamos a diario. Los lingüistas están de acuerdo en esto. Pero al mismo tiempo, una amarga disputa se ha desatado entre ellos durante décadas.
El poder de las palabras en la lengua natal
Algunos están convencidos de que nuestro idioma determina nuestro pensamiento y, por lo tanto, las personas incluso piensan de manera diferente en diferentes idiomas. Otros, por otro lado, creen que el pensamiento es en gran medida independiente del lenguaje y que, de todos modos, las mismas reglas básicas del lenguaje son innatas en todos los seres humanos. La discusión es importante más allá de los límites de la lingüística. Porque toca cuestiones fundamentales sobre la naturaleza de los seres humanos y su percepción.
Los psicólogos y los investigadores del cerebro ahora también están buscando respuestas. Están encontrando cada vez más indicios de que el poder de las palabras dan forma a nuestros pensamientos y acciones, y que en realidad adquirimos ciertos patrones de pensamiento con nuestra lengua materna que influyen en nuestras vidas de manera sorprendente.
Está el efecto obvio de las palabras: cualquiera que abre una novela, recibe una declaración de amor o se mete en una discusión acalorada, siente cómo le afecta el lenguaje, o el poder de las palabras. Éstas pueden consolar o herir profundamente, algunas permanecen durante días o incluso años. Nuestras propias palabras también nos afectan. Cuando pronunciamos una palabra tabú, por ejemplo, puede hacer que experimentemos síntomas de estrés físicamente mensurables.
La sutil influencia
Sin embargo, a menudo ni siquiera notamos la influencia del poder de las palabras. Por eso se nos puede manipular tan bien, con el marketing, por ejemplo. Los estudios han demostrado que la descripción de los alimentos por sí sola puede influir en la experiencia del sabor: los productos horneados saben mejor si, según el menú, se hornean de acuerdo con una “receta de la abuela” o se hacen “tradicionalmente”. Un nombre exótico da a las bebidas un sabor más fresco, según han demostrado las pruebas. Nuestra percepción, por tanto, es cualquier cosa menos objetiva, está guiada por conceptos.
En otra ocasión hablaremos sobre el poder “mágico” o “místico” que proviene de las palabras y que les otorga dicho poder.
Bien amigos y buscadores de la verdad, realmente agradezco el tiempo que han dedicado en leer esta publicación, la cual espero compartan en sus redes sociales, para que otros buscadores de la verdad la encuentren.
No olvides visitar el canal de YouTube de El Verbo, así como nuestra biblioteca digital.
Les deseo mucha luz y que en verdad sean libres.
Gracias y hasta la próxima.