ateismo y ciencia

¿Quién fue Carl Sagan?

Carl Edward Sagan (1934-1996), fue un astrofísico, astrónomo, astrobiólogo, cosmólogo, escritor y divulgador científico estadounidense.

El científico estadounidense se declaró agnóstico, pero no ateo. Creía en una gran fuerza universal en una poderosa energía y a menudo escribía acerca de la ciencia y la religión, así como la relación entre ambas.

Estaba totalmente en contra de la recurrente conceptualización impositiva de Dios, ya saben, el señor anciano de piel blanca, con una larga barba y pelo blanco, sentado en algún trono lejano. 

Sagan mas bien creía que Dios es básicamente, la suma total de las leyes físicas que describen al universo.

Por lo anterior, no, el señor Sagan no era ateo, creía en Dios, aunque muy a su propio estilo, por su tipo de vida, preparación académica y formación laboral, aunque a la comunidad científica le encanta llenarse el pecho de orgullo diciendo que Carl era totalmente ateo como casi todos los científicos.

la profecia de carl sagan
Carl Edward Sagan

¿Cuál fue su profecía?

Un año antes de su muerte, en 1995, Carl Sagan escribió su último libro, titulado “El mundo y sus demonios”. En el libro, Sagan se muestra altamente preocupado por el nivel de cultura en su país. 

Recalcó enfáticamente que la educación científica de la población es paupérrima, y sobretodo observó que los medios masivos de comunicación eran grandes partícipes de un estado de ignorancia.

Mencionó que reinaba la cultura chatarra y que tarde o temprano esto se saldría de control. Al respecto escribió: 

“Preveo cómo será la América de la época de mis hijos o nietos: Estados Unidos será una economía de servicio e información; casi todas las industrias manufactureras clave se habrán desplazado a otros países; los temibles poderes tecnológicos estarán en manos de unos pocos y nadie que represente el interés público se podrá acercar siquiera a los asuntos importantes; la gente habrá perdido la capacidad de establecer sus prioridades o de cuestionar con conocimiento a los que ejercen la autoridad; nosotros, aferrados a nuestros cristales y consultando nerviosos nuestros horóscopos, con las facultades críticas en declive, incapaces de discernir entre lo que nos hace sentir bien y lo que es cierto, nos iremos deslizando, casi sin darnos cuenta, en la superstición y la oscuridad.

La caída en la estupidez de Norteamérica se hace evidente principalmente en la lenta decadencia del contenido de los medios de comunicación, de enorme influencia, las cuñas de sonido de treinta segundos (ahora reducidas a diez o menos), la programación de nivel ínfimo, las crédulas presentaciones de pseudociencia y superstición, pero sobre todo en una especie de celebración de la ignorancia.

En estos momentos, la película en vídeo que más se alquila en Estados Unidos es Dumb and Dumber. Beavis y Butthead siguen siendo populares (e influyentes) entre los jóvenes espectadores de televisión. La moraleja más clara es que el estudio y el conocimiento —no sólo de la ciencia, sino de cualquier cosa— son prescindibles, incluso indeseables.”

El mundo y sus demonios. Carl Sagan, 1995.

Conclusión

Hay quienes señalan que este pronóstico o profecía de Carl Sagan se cumplió con la creación de las redes sociales y la manifestación de grupos negacionistas.

dios y la ciencia

Un punto clave mencionado por Sagan y que es relevante, es la “celebración de la ignorancia”, algo que tiene mucho que ver, con un estilo de democracia a lo bruto en el que se defiende ciegamente la igualdad de todas las opiniones. No el derecho a tener una opinión, sino, ante un relativismo extremo, que cualquier opinión tiene el mismo valor y merece la misma oportunidad de difundirse. 

Lo anterior es lo que el científico estadounidense llamó en el texto original un “dumbing down”, osea, que la sociedad actual se construye promediando a la baja.

Bien amigos y buscadores de la verdad, realmente agradezco el tiempo que han dedicado en leer esta publicación, la cual les pido compartan en sus redes sociales, para que otros buscadores de la verdad, la encuentren.

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Les deseo mucha luz, y que en verdad sean libres.

Gracias y hasta la próxima.