Lemegeton

La magia ceremonial siempre se ha basado en el secreto y el misterio. ¿Podría acaso llegar al punto de haber sido una forma antiquísima de criptografía?

Cuando hablamos de sociedades discretas o escuelas de misterio, es indudable que una parte fundamental de su sistema es la conservación y transmisión de secretos. Esta transmisión suele actuar como un velo. La información estará adecuadamente a salvo de ojos externos, pero perfectamente entendible por el ojo entrenado.

Si vamos aún más allá y nos adentramos en escuelas más reservadas, el nivel de secrecía aumenta exponencialmente. Esto puede deberse a la naturaleza de la información o incluso al miedo de la posible persecución que esto pudiera provocar. Sólo tenemos que ver a la inquisición o las múltiples ocasiones en que personas han sido castigadas por creencias, doctrinas o simplemente por ejercer su derecho a beber de la fuente de conocimiento de su agrado.

La magia ceremonial (de la que hablamos en esta otra ocasión) podría ser un término apropiado para incluir diversas corrientes que por siglos, por las razones mencionadas, han incurrido en enormes esfuerzos para guardar sus propios secretos. Casi por tanto tiempo como la escritura ha existido.

La magia ceremonial podría no sólo haber evolucionado en términos de estudio arcano. Sino también haber influido en la manera en que hoy guardamos nuestra información y privacidad.

Magia Ceremonial Criptografía
Digital security background.

Criptografía y los Secretos del Mundo Moderno

El tema de hoy me apasiona por dos motivos. El primero es que encuentro fascinante el estudio de temas ocultos, como quienes me han leído en esta web o en Instagram seguramente han notado. El segundo es que la criptografía es justamente mi área laboral.

Para explicar este último en pocas palabras, podríamos dirigirnos a su definición en Wikipedia, que reza lo siguiente:

“(La criptografía) se ocupa de las técnicas de cifrado o codificado destinadas a alterar las representaciones lingüísticas de ciertos mensajes con el fin de hacerlos ininteligibles a receptores no autorizados.”

Cada vez que utilizamos Whatsapp, Facebook, o la mayoría de formas de comunicación en internet, nuestros mensajes son protegidos por complejos sistemas matemáticos. Así se mantienen privados y seguros ante amenazas externas. No querríamos que cualquiera viera las fotos de gatitos y memes que enviamos a los chats grupales. Que el G:.A:.D:.U:. no lo permita.

Estos sistemas se han desarrollado de formas que distan mucho de ser nuevas. Si quisiéramos ver ejemplos, podríamos dirigirnos a las grandes guerras. Los mensajes tenían que pasar tanto por procesos para ser escondidos, como por otros para ser descifrados al llegar a su destino. Vidas humanas dependían de la seguridad de estos métodos.

Si quisiéremos rastrear qué tan atrás llevamos usando sistemas similares, con exactamente los mismos propósitos, no sería difícil pensar en los códices y grimorios más antiguos de la magia. Estos fueron convertidos en símbolos, que pudieran hacerlos ininteligibles para los indeseados, pero racionales y comprensibles para los ilustrados en estas artes.

De hecho, tenemos absoluta evidencia de esto último.

Magia Ceremonial Tritemio

La Magia Ceremonial de Tritemio

Podríamos habernos referido a antiguos manuscritos Egipcios o Babilonios, donde el afán por mantener los secretos de la magia y el sacerdocio desarrolló completos sistemas de escritura y cifrado. Pero trazar una relación directa con la criptografía moderna hubiera sido un reto que excedería con creces la longitud de este artículo. En su lugar, comenzaremos con un ejemplo mucho más conciso y directo.

Juan Tritemio (como se le conoce en castellano a Johannes Trithemius) fue un monje, escritor, astrólogo, mago, y una de las primeras personas a quien se le atribuye el título de criptógrafo.

Todo interesado en los temas ocultos conoce del Lemegeton. Es probablemente el compendio de grimorios más importante en lo que refiere al estudio de los usos para contactar con entidades demoniacas y divinas. Pero pocos son conscientes que dos de sus partes más importantes (el Theurgia-Goetia y Ars Paulina), o por lo menos las versiones que hoy en día conocemos de ellas, fueron fuertemente basados en la Esteganografía.

Esta última es una obra de Tritemio, quien además posteriormente escribiría su libro Poligrafía, una de las primeras y más influyentes obras dedicadas específicamente a la codificación de mensajes. Uno de los primeros libros sobre criptografía en la historia.

Esteganografía: Criptografía al servicio de la Magia Ceremonial

La Esteganografía fue publicada en 1606, más de un siglo tras su escritura, por lo que lastimosamente parte del material original se ha perdido.

Si de algo te suena el nombre John Dee, déjame decirte que sus trabajos sobre la codificación y decodificación de los nombres de los espíritus fue fundamentada en este libro, así como en los estudios de Agrippa. Quien, a su vez, estuvo indisolublemente unido al trabajo de Tritemio. 

No sólo dos de los libros más importantes de la magia ceremonial, entonces, fueron parcialmente un producto suyo, sino que su legado influenciaría las ciencias ocultas para siempre.

Esto es de vital importancia, ya que la visión de este autor no admitía la separación de la idea de criptografía con la idea de la magia. Así como vimos en una columna anterior que Alan Moore (entre muchísimos otros) considera al lenguaje y la magia como dos conceptos íntimamente ligados, Tritemio veía la estructura misma del lenguaje como la principal herramienta arcana.

De la Magia Ceremonial, los Correos Electrónicos y WhatsApp

El objetivo de este libro era tan ambicioso como una obra podría serlo. Lo que intentada codificar, para que no fuera usado por personas no aptas, eran los nombres secretos y reales de demonios (no en el sentido infernal, sino en el sentido que la palabra latina Daemon podría indicarnos).

Así como en la Cábala, Tritemio proponía que el sólo conocimiento de estos nombres podría permitirnos acceder a su respectivo poder. Tanto los procesos para esto, como los procesos mismos para el cifrado, son ampliamente explicados en su obra. Estos nombres serían luego tomados para el Lemegeton.

Pero uno de estos procesos es el que te hará pensar…

Porque explicaba cómo, usando estos nombres, podrías cifrar y transmitir mensajes de forma instantánea y a larga distancia. Después un receptor, por métodos igualmente mágicos y utilizando estos nombres de espíritus como llave, podría recibirlos y descifrarlos.

Así es.

En el año 1500, basado en siglos de enseñanzas de la magia ceremonial, Juan Tritemio estableció las bases de lo que sería nuestra comunicación en el Siglo XXI.

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